Deportivo Garcilaso, en flojito partido, derrotó con lo justo a Ciencianos por 2 a 1. Lo positivo de la jornada cuatro (partidos de vuelta) es que seguimos sumando de a tres y nos mantenemos primeros, a la espera de un tras pies de Cienciano Junior, segundo en la tabla, que también ganó.
Y debido al triunfo de nuestro principal contrincante, no podíamos ceder puntos. Mucho menos ante un oponente rojo. Por eso, el DT Marco Echegaray soltó a sus fieras para poner en orden la tabla, pero las fieras se mostraron benevolentes; no sacaron las garras ante un rival que tampoco inspiraba miedo.
Todo parecía pan comido. Más aún con la pinturita que Fabricio Pacheco regaló a la afición tras un cañonazo que viajó 30 metros con destino de gol y que terminó metiéndose por el ángulo izquierdo. Golazo al minuto 11.
Después de la primera conquista, los celestes ya no fueron capaces de aumentar su producción. Si bien controlaron el juego, perdieron la claridad en el mediocampo con el juego ‘amarrete’ del capitán Franklin Baca, quien en lugar de agilizar el juego se dedicó a esconder el esférico de sus demás compañeros. Algunas llegadas sin profundidad de los garcilasianos le dieron trabajo al guardameta cienciano. Y en la contra, la defensa celeste otra vez hizo agua: a seis minutos del descanso a través de la pena máxima Ciencianos puso la paridad: 1-1.
El ‘capi’ que debía comandar al equipo hacia la victoria tomó conciencia al minuto 57 de la segunda fracción: un pase venenoso del “Sapo” a zona caliente permitió a Yarahuamán concretar el segundo de cabeza. Luego, todo volvió a ser igual que cuando lograron el primero. Incertidumbre, errores, sobrades… Muestra de que el plantel todavía es inmaduro. ¿Qué podemos pedir? Paciencia y buen humor nomás.
Contra el "Garci" todos se ponen ricos
A veces los equipos más peligrosos son los que parecen más fáciles. Pues se trata de oncenas que casi siempre juegan a nada, pero tampoco dejan jugar a nadie. Son como el perro del Hortelano. Aunque esta historia no es nueva. Lo mismo nos pasó contra Pukllasunchis, equipo que parecía facilón y al que apenas pudimos ganar por el mismo marcador de hoy. Éstos, que nunca aspiran ganar algo, son una piedra en el zapato del “Garci”: frente al “pedacito de cielo” le meten candado a su portería y buscan contragolpear con sus atacantes ‘pericoteros’.
Lo preocupante es que esas contras ya nos han causado más de un dolor de cabeza y han desnudado las urgencias del equipo: defensa lenta y desarticulada que no se repliega a tiempo; medio sector sin consistencia, que cuando se avoca al ataque se olvida de poner tapón a la réplica del rival; y una delantera muchas veces sin olfato de gol que perdona. A pesar de todo, seguimos punteros. A pesar de todo, seguimos abrigando esperanzas.
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