
El encuentro de ida de la final de la Copa Perú se programó para el mismo día y hora en que se juega la final del Descentralizado. Más que un despropósito, quedó demostrado que nuestra dirigencia no sabe valorizar la marca fútbol.
Este domingo a las 15:30 se juega la primera final de la Copa Perú. Se trata de un desenlace infartante de la presente edición del "fútbol macho", sobre todo si se apunta a que, frente a frente, están dos equipos con amplio recorrido (con varias temporadas en Primera División e incluso con una participación -cada uno- en Copa Libertadores). No cabe duda de que, para muchos, este choque de equipos históricos es la final ideal para un torneo que envuelve pasiones. Y por tal razón, era imprescindible que el primer compromiso, a desarrollarse en Cajamarca, tenga una mejor exposición.
No obstante, lo que confirmó la FPF -organizadora del torneo- simplemente altera cualquier tipo de plan o excepción que pueda tener un compromiso de tamaña envergadura. Y es que resulta que este domingo, a la misma hora de la primera final del "fútbol macho", también se juega el partido de revancha entre Sporting Cristal y Real Garcilaso, por la final del Descentralizado. Es evidente que, fuera del lamentable cruce de horarios que se generará, lo que primó a la hora de programar el partido de Copa Perú (porque el de Primera División ya se sabía con semanas de anticipación) fue el interés propio del club; ergo, los dividendos que le podría otorgar una buena recaudación a las arcas del club.
La primera interrogante que salta a la vista es si nadie en la FPF pudo darse cuenta de ese detalle y programar el partido, por ejemplo, para el sábado 8 del presente, día que inclusive es feriado y en el que definitivamente se iba a garantizar lleno total en el estadio Héroes del San Ramón (que quede claro que este partido, se juegue donde se juegue, tendría lleno total simplemente por el significado que posee), más aún si es conocido de que el domingo, por reglamento, el lance no se podía programar en un horario más temprano, ya que existe una restricción reglamentaria que impide programar partido por debajo de las 15:00 en estadios que posean cancha sintética.
Fuera de ese detalle, lo que quedó demostrado con esta absurda programación de la primera final de la Copa Perú es que, a nivel dirigencial, en el Perú aún no se le saca provecho a la marca fútbol. Y es que hay detalles más importantes que una simple taquilla, como el hecho de promover el espectáculo y saber gestionar de manera empresarial a este producto. Ahora, ante el evidente cruce de horarios entre dos finales, es un hecho que toda la exposición la va a tener el Cristal - Real Garcilaso, y hasta es muy probable que el UTC - Alfonso Ugarte ni capte el mínimo interés en ser televisado.
Por cosas como estas es que, en el Perú, los clubes no pueden gestionar el fútbol por su falta de criterio comercial. Como es obvio, no faltará alguien que diga que nada tiene que ver una final en Lima con otra en Cajamarca, porque nadie va a ir a las dos. Con eso simplemente se demuestra falta de visión; eso que los dirigentes, y no solo en Copa Perú, tiran por la borda con su increíble falta de criterio.
La primera interrogante que salta a la vista es si nadie en la FPF pudo darse cuenta de ese detalle y programar el partido, por ejemplo, para el sábado 8 del presente, día que inclusive es feriado y en el que definitivamente se iba a garantizar lleno total en el estadio Héroes del San Ramón (que quede claro que este partido, se juegue donde se juegue, tendría lleno total simplemente por el significado que posee), más aún si es conocido de que el domingo, por reglamento, el lance no se podía programar en un horario más temprano, ya que existe una restricción reglamentaria que impide programar partido por debajo de las 15:00 en estadios que posean cancha sintética.
Fuera de ese detalle, lo que quedó demostrado con esta absurda programación de la primera final de la Copa Perú es que, a nivel dirigencial, en el Perú aún no se le saca provecho a la marca fútbol. Y es que hay detalles más importantes que una simple taquilla, como el hecho de promover el espectáculo y saber gestionar de manera empresarial a este producto. Ahora, ante el evidente cruce de horarios entre dos finales, es un hecho que toda la exposición la va a tener el Cristal - Real Garcilaso, y hasta es muy probable que el UTC - Alfonso Ugarte ni capte el mínimo interés en ser televisado.
Por cosas como estas es que, en el Perú, los clubes no pueden gestionar el fútbol por su falta de criterio comercial. Como es obvio, no faltará alguien que diga que nada tiene que ver una final en Lima con otra en Cajamarca, porque nadie va a ir a las dos. Con eso simplemente se demuestra falta de visión; eso que los dirigentes, y no solo en Copa Perú, tiran por la borda con su increíble falta de criterio.
















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